La constitución de Venezuela es sin lugar a dudas una de las
más avanzadas en procurar la justicia social en el planeta, el ser humano tiene la potestad de convertir las leyes en
letras muertas o contraproducentes, cuando no las cumple o no las hace cumplir.
El Comandante Supremo Hugo Chávez nos dejó como legado que socialismo es democracia sin fin.
Esta nuestra justicia a la altura
de nuestro pueblo y el legado de nuestro
Comandante Supremo?
Parece que cuando hablamos de refundar el
estado, siempre miramos en la eficacia de las políticas públicas, pero que de
aquellos quienes administran la justicia quien la evalúa por qué no ha de ser
un debate nacional tan importante tema .
La industria comunicacional ha marcado sus pautas en muchos casos logra que
presos por asesinatos sean llamados presos políticos, buen trabajo de los laboratorios, los mismo
que durante 14 años atacaron sin tregua a nuestro presidente incluso en su
lucha contra la enfermedad que hoy nos los aleja físicamente.
Quién puede explicarle a los
familiares de los caídos por la ambición de la opoburguesia, que sus familiares
están muertos, pero quienes incitaron a esos acontecimientos están libres y no
solo libres sino que aumentan sus desniveles de odio campante en contra del
sistema democrático venezolano, en que tren se montó la justicia venezolana que
por aquí no la vemos.
El presidente Nicolás Maduro
indignado ordena recapturar a un corrupto de indepabis en Sucre . Es un clamor
el desmontaje de esos morbos procesos y entrampamientos que giran sobre la
justicia frente a transgresiones que onda fuerte en la paz colectiva.
Nuestro proyecto político tiene la necesidad de una nueva geometría de
poder que se convierta en un reordenamiento popular que construya canales en
donde las leyes se cumplan y ataquemos visiblemente las conspiraciones, corrupción
y libretos de quienes son los peores enemigos de la paz colectiva, donde la
corrupción sea atacada de allí comenzaría un giro eficaz de las acciones
públicas estado-pueblo.
Bolívar nos dice yo antepongo
siempre la comunidad al individuo. Nuestro legado que hoy dirige Nicolás Maduro también pone lo colectivo por
encima de cualquier cosa, significantes prueba ha tenido el camarada presidente
Maduro estos últimos meses, demostrando que nuestro Comandante Supremo tomo la
mejor elección, la refriega contra este proyecto no ha sido fácil, el bloque
revolucionario junto a su pueblo a sorteado tempestades y dejado sin careta a
una opoburguesía que no quiere ni la paz para sus hijos.
La oposición también sabe que los
ataques cada vez ponen nubarrones en la justicia venezolana por una u otra
cosa, la militancia popular espera mucho más de los administradores de justicia.
Nos reímos a veces de que un
diputado invento que el 23 de enero le dispararon, otro chiste es que un
excandidato presidencial llamo a sus seguidores a tomar las calles con
arrechera y zas 10 muerticos, nos sigue dando risa que este movimientos de apátridas
tratan de impulsar un desabastecimiento y recorren los países buscando apoyo en
los más oscuro círculos, nos da risa que quieran comprar aviones para bombardear
a Venezuela, a ud amigo lector le perdono que estos sean partes de nuestra
jocosidad pero a quienes administran la justicia en Venezuela solo de decimos
en Voz de nuestro Comandante supremo: que se acaben las tramoyas jurídicas y la
descomunal carencia de análisis a la hora de enjuiciar a un burgués, cuantos
reenganches han cumplido las empresas ejemplo la Alcaldía Mayor .
La oposición no tiene un pelo de
tota sabe que del libertinaje judicial quedan dos cosas:
La decepción popular y la
capitalización de un golpe a la institucionalidad
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